La sinceridad atea y su agnosticismo

¡Dios nos continúe bendiciendo!

En un post pasado estuvimos hablando de la «real definición de ateísmo», que resulta ser más que una redefinición. No voy a discutir si en verdad el ateísmo siempre ha sido lo que dice esta nueva definición (ausencia de creencia en Dios, no saber nada de Dios), pero si voy a discutir de manera breve la falta de sinceridad de parte del ateo.

Si el ateísmo ya no es un una negación («Dios no existe» o representado de forma simbólica » no-P) de la afirmación: «Dios existe» (P), ya no necesita justificación o carga de la prueba para demostrar porqué Dios no existe. Si ahora, el ateísmo es simplemente «no creer que Dios existe o no tener conocimiento con respecto al tema», no necesita justificación y la carga de la prueba, o demostración con argumentos de lo que se conoce, cae sobre el teísta, quien afirma que Dios existe. Con esta «nueva definición», el ateísmo pasa de ser una cosmovisión a ser un estado psicológico. Siendo un estado psicológico, el ateo logra lo que siempre quiso, pues ya no tiene que probar o dar argumentos que prueben que Dios no existe; ya que, el ateísmo nunca pudo dar un solo argumento que demuestre que Dios no existe.

Al parecer el ateo no sabe que adoptando esta «real definición de ateísmo», dejo de ser ateo, convirtiéndose en agnóstico. El agnóstico es el que no sabe o posee ausencia de conocimiento de Dios. Estamos siendo testigos de cómo un sin número de «verdaderos ateos», no han sido sinceros con ellos mismos, pues son en realidad agnósticos en el closet. Les recomiendo que salgan del closet, y sean agnósticos, para que dejen de llamarse ateos.

Dentro de los candidatos de este renglón a causa de la nueva definición de ateísmo, entran: los ateos (o por lo menos los que conocíamos como ateos), agnósticos y todo aquel que carece de conocimiento de Dios, incluyendo un bebe. Esto es gracias al cambio de: «yo creo que no existe Dios» (lo que era el ateo tradicional) al «yo no creo que existe Dios» (ausencia de creencia). Este estado psicológico lo tiene todo aquel que no tiene conocimiento alguno de Dios, incluyendo animales y personas, como los bebes. Así que, según los ateos, los animales y bebes también son ateos; y todo gracias a su redefinición de ateísmo.

El ateo, o mejor dicho agnóstico, al no poseer conocimiento de Dios, en un debate sobre le existencia de Dios, la existencia del Jesús histórico, la fiabilidad de La Biblia, la existencia de milagros, etc., no tiene nada que decir, pues su estado psicológico de ausencia de conocimiento, lo capacita para no saber nada del tema: «ni a favor ni en contra». Ahora, usted y yo sabemos que en un debate el ateo sí parece estar en desacuerdo con la existencia de Dios, de Jesús, La Biblia como libro inspirado por Dios, los milagros, etc. Cabe preguntarnos como sabe el ateo que esto es falso, si su agnosticismo lo incapacita para saber. Esto solo demuestra la «sinceridad» del ateísmo, pues el truco de su «real definición» es solo una trampa para no cargar con el peso de la prueba.

8 comentarios en “La sinceridad atea y su agnosticismo

    • Carlos E Rodriguez A dijo:

      Gracias por comentar…

      Nunca he insinuado o pretendido afirmar ignorancia en los agnósticos. Mi post no se trata de eso, pues si ves, notarías que, según la «real definición de ateísmo», el ateo es una persona que carece de algún conocimiento de Dios, lo que lo hace agnóstico en el closet. El agnóstico dice no poseer algún conocimiento de Dios o que no se puede saber nada acerca de Dios. Es en ese sentido, que me dirijo a decir que el ateo es un agnóstico.

      No afirme ignorancia ni en ateos ni en agnóstico. Si hay ignorancia en ambos, es en cuanto al conocimiento de Dios, pues según ellos, carecen de ese conocimiento.

      También conozco que son personas educadas y muy buenas. Hay ateos, como agnóstico, muy intelectuales en sus áreas de estudio. Eso lo se.

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  1. Orbis Beltré dijo:

    Carlos, al parecer tu definición de “ateísmo” la conseguiste en un diccionario cristiano. Pero aún así es aceptable para los/as ateos/as… “ausencia de conocimiento de dios -un dios-” pudiéramos tener, lo que no tenemos es ausencia de conocimiento de cuándo, cómo y por qué llegó a existir un dios. Esta es la diferencia entre un ateo y un recién nacido, o entre un ateo y un gato. Abrazos!

    Orbis Beltré – Relacionista público de ATEODOM / Asociación de Ateos Dominicanos.

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    • Carlos E Rodriguez A dijo:

      Querido Orbis

      Expuse en el post las páginas ateas que dan esta definición. Esta definición no la inventé yo, sino los mismos ateos, de la talla del fallecido, convertido al deísmo, Antony Flew.

      Cito a Flew:

      «la palabra “ateo” en el contexto presente tiene que ser interpretada de una manera inusual. Hoy en día, por lo normal se toma para referirse a alguien que explícitamente niega la existencia…de Dios…Pero aquí tiene que ser entendida no de una manera positiva sino negativa, con el prefijo original “a-” del griego que se lee de la misma forma en “ateo” como es de costumbre en otras palabras como ‘amoral’…En esta interpretación, un ateo no es alguien quien positivamente afirme la no-existencia de Dios, sino alguien quien simplemente no sea un teísta. (A Companion to Philosophy of Religion [Un Compendio para la Filosofía de la Religión], ed. Philip Quinn and Charles Taliaferro [Oxford: Blackwell, 1997], s.v. “The Presumption of Atheism” [La Presunción del Ateísmo] por Antony Flew)»

      Como vera, mi definición viene de lo que dicen los ateos. Es en este contexto, que un gato, que no es un teísta, entra como ateo.

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    • Carlos E Rodriguez A dijo:

      Dios te bendiga Rafael!

      Cuando en este post me refiero a conocimiento, me refiero a la creencia tradicional epistemológica de presentar al conocimiento como creencia verdadera justificada.

      En esta «real definición de ateísmo», e ateo no tiene conocimiento de Dios (creencia verdadera justificada), lo que lo vuelve un ateo débil (implícito), llevándolo al mismo plano de un agnóstico débil, muy contrario al agnóstico fuerte, que asegura que no se puede adquirir ninguna creencia verdadera justificada (conocimiento) de Dios.

      Con esta nueva postura atea, el ateo no es ateo, sino un agnóstico débil en el closet.

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      • Rafael Velazquez Leon dijo:

        En filosofía hay que tomarse con mucho cuidado las palabras. Porque vea, yo soy agnóstico y ello no significa que ignore cuestiones teológicas, más bien la duda ha hecho que me interese por el tema y lo trate como de vital importancia, porque la existencia o inexistencia de Dios no son cosas que uno puede pensar a la ligera… y sin embargo también creo que el intento de pensar en «la existencia de Dios» es inútil, considero que Dios se presenta como un incognoscible a la razón.

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      • Carlos E Rodriguez A dijo:

        Mi estimado Rafael

        Conozco la importancia del lenguaje en la filosofía, por eso la filosofía analítica es importante y predilecta para mi.

        Su premisa de que Dios es incognoscible a la razón, es contradictoria mi estimado, pues debe usar la razón para conocer que «esta misma», no es útil para conocerlo. Es importantísimo que sepa que Dios no es algo, es alguien, y debe considerar la posibilidad de pensar que Dios puede comunicarse de forma que podamos entender.

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