Hay algo que veo que surge hoy como una gran avalancha informativa que pretende tener un fin: destruir y atacar el cristianismo. Veo como cada vez mas diarios informativos prestan sus páginas para que autores escriban atacando el cristianismo, o la “religión”. No me atrevo a decir que es algo propio del diario informativo, pero sí, que la práctica se está volviendo bastante común, en donde brilla un común denominador, pues quien escribe, ataca una noción tergiversada de lo que es el cristianismo.
Hace semanas escribí respondiendo un caso más o menos similar, por parte del señor Adriano Tejada, director del diario libre. El señor Tejada y yo, tuvimos un dialogo vía e-mail, a causa de mi respuesta. En esta ocasión, Guido Riggio, del diario informativo Acento, escribe hablando de que la fe es un virus que ha dañado la razón. Como lo que el señor Riggio escribió, no es para nada la realidad, y se presta para presentar una visión bastante errada del cristianismo, prosigo a corregir la mala idea que posee, con fines de esclarecer.
El primer gran error del señor Riggio fue afirmar que la creencia en Dios fue invento humano. El dice: “Pero, ese afán por evadir la realidad y por crear a Dios parece haber surgido como un mecanismo de supervivencia de la especie, en un estadio evolutivo en que se necesitaba de ese “remedio espiritual” para evitar la extinción de la especie humana al perder el entusiasmo de existir en este mundo, desilusionada, cansada del maltrato que le prodigaba la naturaleza, cada hombre, con gran necesidad de saberse inmortal para evadir la muerte”. Imaginemos que esto es verdad. Digamos que sí, Dios es un invento humano. ¿Prueba esto que no existe un ser trascendente, metafísicamente necesario, Omnipotente, Omnisciente, Omnipresente y benevolente? No, pues el planteamiento que él usa, es una falacia lógica conocida como falacia genética. El origen de una creencia no es razón para afirmar su verdad o falsedad. Decir que la creencia en Dios tuvo un “origen” en el hombre, no dice nada acerca de la verdad o falsedad de la existencia de Dios mismo.
Peor aun, ha sido la tenaz declaración del señor Riggio, pues dice: “De esto se trata, de la FE y el CREER, de un “virus informático” que los hombres buscan recibir y que los sacerdotes comercian y propagan prodigiosamente, para anular la razón, para evadir la realidad y poner a los adeptos a “creer”, a “tener fe’ y certidumbre en la existencia de una vida después de esta vida, lo que muchos quieren y anhelan… Demanda y oferta (énfasis mío)”. Aquí vemos como se afirma que existe una exclusión mutua entre la fe y la razón. Se ha afirmando que la fe es algo contrario a la razón. Pero, ¿dónde está la evidencia para ello? No nos ha sido dada. Al igual que los nuevos ateos más prominentes como Dawkins, Harris y Dennett, el señor Riggio afirma algo sin evidencia, pretendiendo que le creamos por fe, como él malamente insinúa definirla. Esto, no es más que una afirmación gratuita, pues no se da evidencia para creer que la fe es contraria a la razón.
Aunque ya escribí para corregir este error en una serie de 2 partes sobre si ¿es la fe ciega? (Ver aquí y aquí), voy a corregir este error nuevamente. Señor Riggio, no existe una sola evidencia que demuestre lo que dice, todo lo contrario. Ningún pensador cristiano en toda la historia del cristianismo afirmo tal cosa. Podemos ver de forma rápida algunas citas:
Justino Mártir (La Primera Apología): “la razón dirige a aquellos que son verdaderamente piadosos y filosóficos al honor y el amor sólo a lo que es verdad, pues no quieren seguir las opiniones tradicionales”.
Clemente de Alejandría (Stromata): “La filosofía es una especie de formación preparatoria para los que llegan a creer través de la demostración”.
Origen (Contra Celso): “… aprovechando la ignorancia de aquellos que son engañados con facilidad… así también, dice, es el caso de los cristianos. Y se afirma que ciertas personas que no deseen dar o recibir una razón de sus creencias, siguen repitiendo, ¡no examinan, pero creen!…”
Nadie ha dicho que la fe excluye a la razón. Ese es un mal invento del nuevo ateísmo.
En la historia de la iglesia, sí hubo un grupo llamado los fideístas, que creían en una exclusión entre la fe y la razón. Pero, este solo fue un grupo, no la posición ortodoxa y de la praxis cristiana histórica. No se puede decir que todos los cristianos creen en esto porque este grupo creía que en verdad era así, pues es afirmar la falacia de la composición. La iglesia siempre ha visto a la razón y la fe como de la mano. Y, esto lo derivamos del mismo libro que muchos dicen que afirma una fe ciega, contraria a la razón. Pero el problema es que los que creen tal cosa, hacen una pésima interpretación de algunos pasajes. Por ejemplo:
Hebreos 11:1
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.
El ateo usa este pasaje para decir: “¡Bingo! He aquí un pasaje que demuestra que la fe cristiana es ciega, pues crees en lo que no ves”. Sí, eso es lo que se esperaría de alguien que no puede leer bien el pasaje, pues no se afirma en este verso que la fe es ciega, sino que tenemos certeza de lo que estamos convencidos, y esperamos, pero esperamos porque estamos convencidos (gracias a la evidencia). La palabra que se tradujo como “convicción”, viene del griego “elegmos”, y habla de una prueba o demostración. Es decir, que tenemos certeza y esperamos en lo que tenemos pruebas.
Juan 20:29
“Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”.
En este pasaje, vemos como Tomas es reprochado por el Señor al no creer al testimonio de sus amigos cuando le dijeron que vieron al Señor resucitado. Tomas insiste en ver para creer. El Señor se le aparece y lo invita a que vea y crea, y luego le reprocha, elogiando al que no ve y cree. ¿Implica una afirmación que apoye la fe ciega? No. Solo hay que ver 2 versos más abajo y ver que la fe ciega no es el paradigma del sistema de creencias cristiano:
Juan 20:31
“Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”.
Vemos como Juan dice que todo esto se escribió como evidencia para que creas. ¿Cómo es la fe ciega si se escriben relatos como evidencia para la fe? Suena ilógico, ¿no?
Fe testimonial
Lo que el ateo ignora al parecer, es que Juan está usando lo que se conoce como fe testimonial para poder reprochar así la actitud incrédula de Tomas. La mayor parte de lo que creemos viene de esta forma: a través del testimonio de otros. Creemos en lo que nos dicen los científicos e historiadores, aun cuando no podemos hacer esos experimentos. Esta forma de conocer no es irracional, pues de este modo no creeríamos en nada. Por esta razón es que Jesús le reprocha a Tomas su incredulidad, pues no cree en el testimonio de otros acerca de un hecho. Y si podemos creer en los que nos dicen los científicos ¿por qué dudar de estos relatos? Es en este contexto que Jesús dice: “bienaventurados los creyeron a través del testimonio de otros (parafraseando).” Entonces podemos ver que no se llama a tener una fe ciega, sino basada en la evidencia.
Todos los grandes científicos de la historia de la ciencia, fueron cristianos. La ciencia fue posible, porque parte de los supuestos que tienen justificación epistémica en la cosmovisión cristiana, como que el mundo debe exhibir cierto tipo de orden regular, y este debe ser descubierto. El mundo occidental le debe mucho al cristianismo, pues ¿de dónde cree que surgen las universidades?
Si hay una dicotomía entre la razón y la fe, nada de lo que la historia sí registra, como aportes y descubrimientos científicos por partes de cristianos como Newton, Kepler, Copernico, Galileo, Boyle, Mendel, etc., y la misma ciencia; hubiesen ocurridos.
Su afirmación de que la fe y la razón no son contrarias es falaz, pues es una afirmación gratuita, ya que no da evidencia de ello.
La fe y la razón siempre han sido y seguirán siendo amigas.
Si le parece que la fe es anti-racional, le hago saber que usted cree por fe ciega varias cosas que no puede demostrar con la razón, como que su mente funciona correctamente y que sus sentidos no lo engañan. Así que si su definición es correcta, cosa que no lo es, usted también posee este virus, mi estimado.