¡Dios nos bendiga una vez más!
En la cultura popular, en algunos círculos, existe la idea de que la Biblia es un libro mitológico (en un sentido de desprecio). Todo su contenido se refiere a hechos que nunca sucedieron. Además de esto existe la acusación de que parte de lo que en ella está escrito fue plagiado de otras mitologías de las culturas a su alrededor, siendo el caso “más prominente”: el libro de génesis.
Relatos como: la creación de todo, la creación del hombre y la mujer, el jardín del Edén, la caída del hombre y la entrada del pecado al mundo, el diluvio, etc., “fueron copiados y/o adaptados” de otras culturas más antiguas que poseían estos mitos, y con las cuales los israelitas tuvieron contacto. O, simplemente eran mitos populares y “estos simplemente quisieron tener el suyo” desde su propia óptica. Esta es la creencia a nivel popular, con relación al cristianismo, más aceptada y discutida hoy, a tal punto que es muy difícil que un estudiante universitario no haya escuchado a su profesor mencionarla. Para los que creen en la verdad de esta creencia, le es “fácil” demostrarla. Solo basta con citar la semejanza entre el relato de la creación bíblica y el de los sumerios. En este punto el defensor de esta idea suele decir: ¿Quién existió primero, los sumerios o los israelitas? ¿Qué relato es más antiguo? Entonces, ¿Quién copió de quién? Y así, ya ha demostrado la validez de su creencia, pues por simple lógica, si una cultura posee un relato, y otra posterior a ella tiene uno parecido, lo racional es que la última copió de la primera. Este es el razonamiento de quienes afirman tales cosas. La pregunta ahora sería: ¿es verdad? El fin de esta serie es investigarlo rigurosamente, comparando lo que dicen los expertos en esta área, lo que dicen los textos bíblicos y aquellos de donde estos cometieron el “plagio”, con la creencia popular, que predomina más en la web que fuera de esta.
Puntos muy importantes
Es necesario que el lector nunca pierda mi enfoque. Mi objetivo es investigar si existe o no plagio, solo eso. Yo no voy a:
- Dar el significado de lo que quiere decir génesis. Yo no discutiré como interpretarlo, voy a tomar el texto en su forma básica, tal cual está escrito.
- Decir que los hechos que se narran ocurrieron así como están descritos. Con esto no niego ni afirmo nada. Adopto una postura imparcial respecto a esto, pues este tema es bastante extenso, y agregarle este, lo haría aún más largo. En otro momento abordaré la cuestión.
- Consultar lo que creían los israelitas, o lo que creen hoy, acerca de estos capítulos, y cómo lo interpretan, o lo interpretaban.
- Negar la doctrina cristiana de una creación por parte de Dios.
Nuestro camino va a recorrer el tema de los supuestos plagios en el génesis, solamente eso. Concluir algo más de ahí, no es mi interés con esta serie. Mi plan será analizar los eventos en el mismo orden del texto bíblico, así que comenzaremos por la creación, y así sucesivamente. Dicho todo esto, es bueno que antes de leer los relatos de otras culturas, leamos el relato bíblico de la creación, a ver qué dice. Esto lo hago porque es increíblemente asombroso leer cómo los críticos que creen en los plagios colocan elementos en el texto que no están presentes. Así que antes que todo, leamos la creación.
El texto bíblico de la creación
Nuestro texto base será la Reina Valera del 1960. La razón es que esta es la más usada por los cristianos protestantes de latino América. En esta versión al español de la Biblia, encontramos que desde génesis 1:1 hasta 2:25 tenemos todo lo relacionado con la creación de Dios, del hombre y la mujer, y de un lugar para ellos. El texto dice así:
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día tercero. Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y la mañana el día quinto. Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates. Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
Esto son los pasajes que nos hablan de la creación en el libro de génesis. La numeración de los versículos fue suprimida a propósito, para que sea lea como un todo y no como una separación. Lo que busco con esto es que se entienda lo que se dice en este relato y lo que no se dice. La razón es que he quedado muy asombrado al leer como los críticos incluyen y excluyen elementos ajenos al mismo. Si no sabemos lo que este dice: ¿Cómo es que sabemos que hay plagio?
Lo que dice el texto bíblico
Es importante saber qué nos dice el texto con relación a este tema. No voy a hablar de qué significa, como ya expuse, sino que quiero dejar claro lo que sí dice.
Hay una diferencia grande entre lo que un texto dice y lo que significa. Sabiendo que las palabras adquieren un significado por su uso contextual y cultural, se entiende que hay palabras, frases y textos que dicen lo contrario a lo que pueden significar. La hermenéutica es una herramienta que nos ayuda bastante a la hora de encontrar el significado en los textos, y aun en expresiones contemporáneas. Un ejemplo sencillo de una oración que dice algo muy diferente a lo que significa, es esta:
Los Golden State Warrios mataron a los Cleveland Cavaliers en las finales de este año.
Si nosotros preguntamos por lo que esta oración nos dice, la respuesta es que nos habla de un asesinato, pues alguien mató a otro. Ahora, ¿es lo que significa? No. Usando la hermenéutica, sabemos que matar es una metáfora de derrotar, en el contexto donde se usó la palabra. Así, se puede evidenciar que podemos hablar de lo que dice un texto sin tocar su significado. Eso es lo que voy a hacer con nuestro texto bíblico.
El idioma que predomina en el Antiguo Testamento (AT) es el hebreo. Aparecen unas que otras palabras en egipcio, textos en arameo, etc., pero el hebreo es quien predomina. Así que para saber qué dice el texto y qué no dice, tenemos que auxiliarnos de la gramática hebrea, pues solo así podemos hacer bien nuestra tarea.
El relato comienza diciéndonos que Dios creó los cielos y la tierra al principio. En el principio, en el texto hebreo, no tiene el artículo “el”, por lo que no se está hablando del principio absoluto de todo, sino del principio relativo a lo que se narra: la creación. De este modo, lo que se nos dice es que al principio del proceso creativo, Dios creo los cielos y la tierra. Además, el verbo crear, que en hebreo posee un tiempo (aspecto) kal, nos dice que la creación fue realizada a partir de ningún material previo existente. Todo se hizo por Dios, sin nada que existía previo a la creación de los cielos y la tierra. Esta misma frase, cielos y tierra, es la que nos dice que todo se hizo al principio, pues es un merismo (figura de dicción) que habla de todo lo existente. La razón de que no se diga que él creó el universo es que esa palabra no existía en hebreo antiguo, pero se expresa lo que implicaba a través del merismo.
Con la creación de todo, se pasa a describir el proceso creativo de la tierra. La forma de la conjunción y en la frase “y la tierra estaba desordenada y vacía”, en hebreo, vav, nos dice que no fue que está sufrió un evento que causó que se vuelva así, sino que fue creada así para recibir forma por parte de Dios. Esto lo vemos porque la vav que se usa es explicativa, y no consecutiva, pues no va acompañada de un verbo. De esta manera, se creó la tierra sin forma, para luego dársele forma.
La creación de la luz y la separación del día y la noche, todos son actos que Dios decide hacer. Ninguno es fruto de alguna guerra cósmica o algo parecido. En el texto ni siquiera se habla de un panteón de dioses o deidades en batalla. Ningún elemento, como el sol, la luna, las estrellas, el mar, la tierra, la expansión, etc., se describe como una deidad o persona. Su forma gramatical y su uso en las oraciones, nos dicen que se está hablando de cosas, no de alguien. En todo el relato se ve la autonomía y soberanía de un solo ente: Dios, y nadie aparece luchando contra él. Nada es creado como resultado de una lucha contra él.
El hombre fue creado como gobernante sobre todo lo creado. No se creó para hacer el trabajo de Dios, porque este estaba cansado. Tampoco para que este lo alimente. El texto no nos dice ni sugiera nada de esto. Su creación no fue a partir de una deidad muerta ni nada semejante, sino que se creó del polvo. Antes de su creación, vemos que se le prepara un lugar, un jardín. Es en este jardín que Dios decide darle una ayuda idónea: una mujer. Para su creación, leemos que se toma una costilla de Adán.
En resumen, apreciamos la creación de todo por parte de Dios. Una sola deidad poderosa crea todo lo existente. La creación del hombre era parte de este plan, pues fue creado para dominar todo lo existente. Esto es lo que nos dice el texto. Es suficiente saber esto para emprender nuestro propósito. Si esto significa algo más de ahí, no es asunto nuestro por ahora.
Conclusión
El texto bíblico nos relata cómo se creó todo por acto de Dios. No vemos conflicto alguno ni un panteón deseando la creación del hombre para que este trabaje para él o lo alimente. Tenemos a un ser supremo que quiso crear al hombre desde el principio, pero antes, le creó donde habitar y para qué existir.