El universo inició con el Big Bang: una respuesta al físico Antoine Bret, PhD de protestante digital.

¡Dios nos siga bendiciendo!

Recuerdo que leí una vez a un hermano que decía que los intercambios entre creyentes son más productivos que con no creyentes. Tiene toda la razón, en el sentido de que con los mismos se aprende y/o perfecciona lo que ya creemos. Eso es justo lo que busco con este escrito: afianzar una creencia en el teísmo cristiano que dice que Dios es el creador del universo. Tenemos razones para afirmar esta verdad. La primera es que está contenida en la Biblia. Desde génesis 1:1 vemos que se nos dice que en el principio Dios creó todo: los cielos y la tierra. En el hebreo antiguo no existía la palabra universo, por dicha razón, para englobar todo se usó una figura de dicción conocida como merismo. Al unir dos partes diferentes se crea un conjunto que hace referencia a la totalidad. Por ejemplo, al decir alma y cuerpo estoy haciendo referencia a todo mí ser. De la misma manera, al decir cielo y tierra se hace referencia a todo lo que existe. Con esto se nos enseña que todo lo que existe proviene de Dios, él es la causa de absolutamente todo.

Existen razones filosóficas para creer que Dios es el creador del universo. Una de ellas viene desde las matemáticas y la imposibilidad de la existencia de un infinito real, como de eventos infinitos. De forma sencilla, para comprender mejor cómo estas razones concluyen que el universo fue creado por Dios, se dice que si el universo no tuvo un inició en el pasado y ha sido eterno, entonces es ilógico pensar que hemos atravesado el infinito para llegar hasta el hoy. Piense en el infinito pasado como los números negativos en la recta numérica. Ahora, cuente desde menos infinito y llegue al día de hoy. Verá que no es posible. Estas razones fueron las que ayudaron a los teístas de la antigüedad a luchar contra la idea de un universo eterno y sin principio, aun cuando no había un desarrollo en las ciencias naturales como lo tenemos hoy. Esta razón, acompañada de otras premisas para conformar un argumento del tipo cosmológico, era la evidencia para concluir que Dios es el creador de todo.

Un análisis histórico en la historia de la iglesia cristiana arrojará luz diciéndonos que siempre se sostuvo la doctrina de la creación. O mejor dicho: creatio ex nihilo. Dios trajo todo a la existencia sin usar materiales prexistentes. Lo hizo a través de su poder.

En la actualidad, y debido a grandes descubrimientos en los últimos 2 siglos, tenemos un modelo cosmológico que nos dice que todo se originó a partir de nada. Este modelo se conoce como el estándar, y se hace llamar Big Bang. Varios hechos científicos confirman lo que el mismo nos dice. Esto aporta más evidencia a lo que antes ya se sostenía en la filosofía y teología, muy a pesar de que en ciencias (sin evidencias algunas) se creía, en algunos círculos, que el universo era eterno y estaba en un estado estacionario. El modelo estándar vino a derrumbar esta creencia metafísica a través de hechos que lo confirman, y es la razón por la que hoy por hoy es el mayormente aceptado. Gracias a él tenemos evidencia científica para afirmar que el universo tuvo un principio, donde antes del cual no existía.

Las afirmaciones del Dr. Bret

Teniendo en cuenta que existían y existen razones para creer que Dios creó el universo, ya sea por aportes filosóficos o científicos, paso a discutir las afirmaciones del Doctor en física Antoine Bret. Debo decir que él mismo vio bien que escribiera esto, pues le manifesté que no estaba de acuerdo con lo que decía en sus escritos acerca del tema, publicados por protestante digital, cuando los posteo en una entrada de mi fan page de Facebook. Así que no, esto no es un texto para atacarlo ni condenarlo. Es una respuesta amistosa en lo que considero que es un error. No dudo de que el hermano sea un buen creyente ni un gran físico. Es más, al leer todos sus escritos quedé impresionado con la facilidad con que comunica temas tan complejos en física. Me imagino que es todo un gusto y privilegio recibir clases de él. Pero, creo que en sus argumentos pierde el punto cuando pasa de sus premisas a la conclusión, cometiendo una falacia lógica. Y este es el quid del asunto: yo no vengo a atacar sus consideraciones científicas, las respeto y estoy totalmente de acuerdo con ellas en todo. Ahora, lo que está mal es cuando él deja de ser científico y se vuelve filósofo. Ahí es donde está el fallo.

El Dr. Bret ni niega que los cosmólogos pongan en tela de juicio el Big Bang. Él lo explica muy bien cuando dice: “¿Cuál es el consenso entre cosmólogos sobre esto? Aproximadamente del 100%…” (Bret, 2017). La cuestión es cuando el plantea que no podemos decir que el Big Bang dio origen al universo, pues aún no sabemos nada de lo que ocurrió antes del tiempo de Planck por las limitantes científicas que tenemos hoy. Es en base a eso que él dice: ¿qué fue el Big Bang?: ¿verdadero comienzo?, ¿rebote?, ¿otra cosa?, de momento, la respuesta es… “ni idea”. (Bret, Protestante digital, 2016).

Yo estaría muy de acuerdo con él. No me mal interprete, no estoy siendo incoherente al escribir un título que contradice justamente esto. A lo que me refiero es que si yo usara la misma metodología que plantea diría lo mismo. Él dice que nuestra incomprensión de cómo interactúan la mecánica cuántica (MC) y la relatividad general (RG) es lo que nos impide tener una descripción de lo que pasó antes del tiempo de Planck. Y esto es así. No podemos tener esta descripción matemática de este “momento” si ni siquiera sabemos cómo interactúan la MC y RG. Yo iré un poco más lejos: tal vez nunca lo podamos saber. Esto se debe a los límites del método científico. Si no conocemos los límites metodológicos de la ciencia y la filosofía vamos a estar haciendo justamente lo que muchos cosmólogos en la actualidad hacen: postular hipótesis metafísicas sobre lo que pasó en ese momento con un disfraz de ciencia empírica. Por esta razón hasta el mismo Dr. Bret reconoce que estas hipótesis, al carecer de evidencia empírica, son falsas. Él no dice: “Según trabajos recién basados en dichas propuestas, habría algo antes del momento “0”, haciendo del Big Bang un “Big Rebote”. En este caso, el Big Bang no marcaría más el principio del universo que el rebote de una pelota de tenis marca el principio del partido. Cabe insistir, sin embargo, en que dichas hipótesis teóricas siguen sin confirmación experimental. Exigen condiciones físicas tan extremas para ser comprobadas que ningún laboratorio puede esperar realizarlas”. (Bret, Protestante digital, 2016).

Este problema se hace aun mayor cuando vemos que muchos de esas hipótesis surgen para evitar las conclusiones del Big Bang. Es decir, su motivación es querer desacreditar una teoría bien comprobada. Para ello siempre proponen, en casi todos los modelos, que existe un universo madre o material madre, que es eterno y estacionario, que da origen al nuestro. Pero, al final sigue siendo metafísica ligada con ciencia ficción.

El error del Dr. Bret

Aun estando de acuerdo con el doctor, hay una parte donde discrepo. Esta es la razón por la que escribí esto. El problema con su razonamiento es que él supone que al no tener una descripción de lo que acontece antes del tiempo de Planck, no podemos decir que el Big Bang dio origen al universo. Él lo expresa de esta manera: Un detalle importante: como se explicó aquí anteriormente, nadie puede decir nada acerca del “tiempo cero”14. Ni siquiera se sabe si la expresión tiene sentido. Es como si viéramos una pelota que cayera de un orificio del techo. Al pasar la película hacia atrás, vemos la pelota entrar en el orificio. Pero como no vemos el interior de orificio, no sabemos lo que hizo la pelota antes de salir del mismo.

Del mismo modo, vemos el universo en expansión. Mediante las leyes que conocemos, podemos rebobinar la película. Eso nos dice que hubo, en el pasado, un “tiempo cero”, cuando la densidad del universo era infinita. Este “infinita” es, por supuesto, un signo de que nuestras leyes no funcionan hasta este tiempo cero. Al pasar la película hacia atrás, ¿a partir de qué instante vemos que las leyes que tenemos dejan de ser validas? Respuesta: 10-43 segundos. Es decir 0,0 … 42 ceros … 1 segundos. No es mucho, pero no es 0. El orificio oscuro en el techo nos impide ver lo que pasó anteriormente. Es lo que algunos llaman el “Muro de Planck”. Y a estos 10-43 s, el “tiempo de Planck”. (Bret, Protestante Digital, 2017).

El argumento puede ser expuesto así:

  1. Si tenemos una forma de saber qué pasó antes del muro de Planck, podemos decir que el universo sí tuvo un origen con el Big Bang.
  2. No tenemos una forma de saber que pasó antes del muro de Planck.
  3. Por lo tanto, no podemos decir que el universo tuvo un origen con el Big Bang.

El problema con el argumento es que comete una falacia non sequitur. No se sigue de no podamos saber que pasó antes del tiempo de Planck que no se pueda decir que el Big Bang dio origen el universo. ¿La razón? Él mismo Dr. Bret nos la ofrece: “Es como si viéramos una pelota que cayera de un orificio del techo. Al pasar la película hacia atrás, vemos la pelota entrar en el orificio. Pero como no vemos el interior de orificio, no sabemos lo que hizo la pelota antes de salir del mismo”. Aunque no sepamos que pasó en el interior del orificio, sí podemos saber con totalidad algo: la pelota salió del mismo. Y ese es el punto. Él comete un non sequitur al creer que porque no sabemos qué pasó en el interior, no podemos decir que ella salió del orificio. Del mismo modo, aunque no sepamos qué aconteció en términos científicos antes del tiempo de Planck, eso no quiere decir (al igual que con la pelota) que no haya forma de saber que el universo surgió con el Big Bang. Sabemos que lo hizo por otros hechos, como la entropía. El universo tal como lo conocemos sí surgió con el mismo. El Dr. Craig cita a P C W Davies, hablando de esto a partir de la expansión del universo:

Si extrapolamos esta predicción a su extremo, alcanzamos un punto en el que todas las distancias en el universo se han reducido a cero. Por lo tanto, una singularidad cosmológica inicial forma una extremidad temporal pasada al universo. No podemos continuar el razonamiento físico, o incluso el concepto de espacio-tiempo, a través de tal extremo. Por esta razón la mayoría de los cosmólogos piensan que la singularidad inicial es el comienzo del universo. (Craig, 2017).

Hablar de algo que “pudo” haber causado el Big Bang no es razón para creer que este no dio origen al universo, sino que es hablar de lo que causó ese origen. Esto es perder el punto y es la razón del fallo de la conclusión del Dr. Bret. Si Dios usó un evento anterior al Big Bang para causarlo, eso no dice que el Big Bang no dio origen al universo, pues el evento que lo antecedió no fue el que dio origen al universo, sino que originó el Big Bang. El parto es el evento que da origen al nacimiento. Antes del mismo, muchos eventos se concretizaron, pero sin el parto no hay nacimiento. En ese mismo sentido, si miles de eventos ocurrieron antes del Big Bang, no se sigue que este no dio origen al universo.

Conclusión

Si tomamos el enfoque íntegro del Dr. Bret y su metodología, entonces sí podemos decir que no podemos hablar de lo que pasó antes del Big Bang por ciertas limitaciones científicas. Pero, solo esto podemos decir, no más. El error es cuando saltamos de ahí y caemos a la filosofía, para negar que por estas limitaciones no podemos saber si el Big Bang dio origen al universo. Esto es un error de categoría y caer en un non sequitur. Sí podemos saber que el Big Bang originó el universo.

Es bueno contar con respaldos científicos para nuestros argumentos. Pero, es bueno saber que antes de los mismos ya podíamos concluir que el universo sí tuvo un origen. Aun si se llega a demostrar que el Big Bang no lo originó (evento que no ha ocurrido) esto no debe ser motivo de turbación. Las pruebas para validar la existencia de Dios no son científicas, son filosóficas. Como digo en mi libro: estad siempre preparados, el mandato bíblico a la apologética: es bueno que hayan hechos científicos que confirmen la fe, pero los mismos no son necesarios, pues las pruebas para demostrar la verdad del cristianismo son filosóficas, no científicas.

¡Dios nos continúe bendiciendo!

Bibliografía

Bret, A. (11 de 9 de 2016). Protestante digital. Recuperado el 22 de 8 de 2018, de http://protestantedigital.com/magacin/40264/Sera_o_no_sera_el_Big_Bang_el_comienzo_del_universo

Bret, A. (3 de 12 de 2017). Protestante Digital. Recuperado el 22 de 8 de 2018, de http://protestantedigital.com/magacin/43545/El_Big_Bang_en_7_puntos_II

Craig, W. L. (2017). Fe Razonable. Salem Oregón: Publicaciones Kerigma.